Con media carga en las
tripas, y con mar de fondo, mejor dar avante poco a poco; para evitar el
balance que jode las costillas y el estrépito de las marmitas en la cocina.
Otra noche más el navío seguirá a flote. Lo dicen estas gotas ambarinas y los silencios
y las miradas. Avante poco a poco y como se pueda un buen arranchado a son de
mar. Las lecciones de Ismael son bien claras y que no hay barco que se trague
el mar que no se dé antes por perdido. Mañana trataremos de poner rumbo. Poner
rumbo sin saber quizás que la noche fue noche de fuerte mar de fondo y que hoy
ya no se es donde se era anoche y que llegar ya no será tan fácil y que,
después de todo, es mucha valentía seguir a la caña, como el capitán del
Titanic, hasta dar de forma brutal con el inhóspito y horripilante fondo marino
repleto de monstruos que se comen las entrañas de los marinos que no tienen
miedo a temer. Además ¿qué es el mar de fondo comparado con un buen huracán? Ya
tuvimos huracanes y vientos y ballenas blancas que se comen la pierna de uno
dejándole mutilado el corazón. En la próxima habrá mar y tierras africanas y más
tierras. En la próxima habrá herida sangrante; como siempre. No sé morir de
otra manera. No quise vivir de otra manera.
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