sábado, 2 de julio de 2016

Sin título. Cuarta entrada de un diario contra lo íntimo.


El sonido que al descolgar el teléfono
surge desde los orificios
del auricular a la nada: te quiero, te echo de menos.

Es como una flor que nace
sobre el mármol de una sepultura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario